miércoles, 18 de agosto de 2010

Tertulia


Esta noche ha habido tertulia en casa de María. Hemos bebido, hemos hablado, hemos leído poesía erótica. Todo en esta vida gira alrededor del sexo. Sagrado orgasmo, estremecerse de placer, tocar, besar, morder, arañar, joder. Rescato esta primera lectura de Kattia Chico, y me remite a la segunda, de Mario Benedetti. Y es que encuentro fascinante la desnudez femenina, incitante, picante, tentadora, deseable y de la misma manera aunque no en la misma medida un hombre desnudo inspira, a veces…
Un hombre desnudo es un paisaje bienvenido
(Kattia Chico)

Los hombres desnudos son criaturas de flama,
erizos que de súbito girar prenden el aire
con voces de su luz cutánea y ágil.
Son hologramas del sueño,
generosos abrevaderos,
escarchas que se quedan en las manos.

Los hombres desnudos son medicinales,
antidepresivos, analgésicos;
y buenos argumentos en contra del suicidio
o para cuestionarse la Ley de gravedad.
Por sus virtudes ígneas
imprimen a las sábanas su firma corporal
(como en Turín, pregúntenle a Magdala).
Son dulces y angulosos, son archivos históricos,
alfabetos en célula, cisnes de cuello impune,
casas donde vivir;
criminales absueltos.

De la transparencia de su almizcle
podría vivir,
y de la sangre clara de sus verbos.
Que nadie se ofenda si digo que son buenas camas,
que no hay almohadas sin su vientre,
que soy toda una víctima del terciopelo,
porque un hombre desnudo es como un libro.
Gusto palpar su lomo,
examinar al azar su piel de página
letra por beso, abrazo por palabra,
y respirarlo como si fuera hecho de oxígeno.
Es una dicha estética,
una inevitable filmación de la pupila,
también una copa de nostalgias previas.
Y sus dedos, sus dedos,
un incienso que nunca se consume.

Hermosos son los hombres si desnudos,
si visibles, cuando la oscuridad.
Por sus lunares nacen nuevas mitologías
y les ocasionan nombre a las estrellas.
Hermosos si caminan, si están quietos,
más aún si dormidos;
para mirarte mejor,
querido lienzo.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
(Mario Benedetti)
Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.

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